[1] back to square one
- M.
- Jan 26
- 3 min read

Back to square one (volver al punto de partida).
Como dicen por ahí.

Un poco de historia antes.
Este blog empezó antes de que existiera TikTok.
Literal.
Para los que no saben (que deben ser varios), un día me levanté y decidí empezar a hacer algo que nunca había hecho: leer.
Leer juiciosa. Tener una meta literaria.
Más o menos decidí, de la noche a la mañana, leer un libro a la semana. En ese momento, realmente, me parecía que tener un blog era algo lejano a mi realidad… hasta que un día caí en cuenta: ¿qué estoy haciendo con todo esto que estoy aprendiendo?
La respuesta corta: nada, más allá de escribir un par de resúmenes sobre la pobreza mundial, el fin del mundo, la pandemia y lo que esta representaba (no volver a ver a algunas amigas y el privilegio que era levantarme a las 6:59 am para una clase de las 7).
Era bien inmadura.
El caso es que ahí fue cuando empecé, todos los fines de semana, a sentarme a escribir.
No escribía así desde un diario que me dieron en el colegio, tal vez en primaria, donde hablaba de mis enemigos del año, de mis amigas y de mis enamorados.
En mi primer acercamiento a la escritura, incluso documenté el momento en el que logré abrir la chapa del baño.
Imagínense.
Antes me quedaba encerrada en el baño.
Por medio de los blogs que empecé a escribir en 2020, me di cuenta de lo difícil que es estar lo suficientemente conectado con uno mismo como para sentarse a escribir.
Aun así, lo hice por uno o dos años.
En algunas reseñas llorábamos, reíamos…En otras, criticábamos la vida y al autor que intentaba describirla y fallaba en el intento.
Han pasado muchas cosas desde esos blogs de 2020:
Mi mamá enfermó por primera vez.
La pandemia se acabó.
Mi mamá enfermó por segunda vez.
Mi hermano se enfermó.
¡Tuve novio!
Mi hermano se suicidó.
Mi mamá se recuperó.
Terminé.
Me volví a enamorar.
Salí de la universidad.
Ahora voy a Cali a visitar a mis papás una vez al mes, pienso en mi hermano todos los días y he tomado la decisión unilateral de no volver a tener un perro.
La vida siguió. Eso sí.
Sorprendentemente, he caído en cuenta de que, por más vueltas que me ha dado la vida, me he aferrado a la meta literaria de leer 50 o más libros al año.
O bueno, eso pensé… hasta el año pasado.
En 2024 cambió mi relación con este tipo de metas.
No. No quiero dejar de ver a la gente que quiero porque me faltan 20 páginas.
Así que, por primera vez en años, me descuidé. No conté la cantidad de páginas a la semana. No sacrifiqué cosas.
Pero eso sí… viví la vida. Por fin.
Y en el intento de hacerlo bien, me di cuenta de cuánto me hace falta escribir.
Así que, back to square one.
Se vienen cosas buenas en este blog.
Me atrevo a decir que ya no soy la misma que en 2020.
Gracias a Dios -o a lo que sea que exista- ya no soy, ni somos, los mismos.

Hablamos pronto,
Mariana.
Soy nuevo leyendo tu contenido, así que no conocía tu historia. Espero leer más de tu blog, felicidades por volver al punto de inicio, un inicio diferente. Gracias por compartir lo que lees y crear comunidad 😀